"Kyudo Mugen"
(El estudio no tiene fin)
Benito Higa a su regreso de Japón
Luego de tres meses de viaje de perfeccionamiento por Okinawa, el 5º Dan Benito Higa visitó nuestra redacción para contarnos su nueva experiencia. En una larga charla, analiza diversos aspectos del karate japonés y argentino, y también toca el tema del Kobudo, arte en el que fue graduado como 3º Dan y representante de la Federación Okinawense en la Argentina y Sudamérica.
Recientemente graduado en Okinawa como 5º Dan de Karate Shorin Ryu Kyudokan y 3º Dan de Kobudo Benito Higa regresó a nuestro país después de un extenso viaje por Japón. "Fue una experiencia invalorable", dice. Y uno se lo imagina, por supuesto, aun antes de profundizar la charla con Benito. Porque fueron tres meses, desde principios de Diciembre hasta fines de Febrero, de practica intensa en el dojo central de su tío, el 10º Dan Yuchoku Higa, presidente de la Federación de Karate-Do y Kobudo de Okinawa. Tres meses de nuevas vivencias, de aprender "lo ultimo" en materia de karate de consolidar técnicas.
"Nosotros tenemos un lema: Kyudo Mugen , lo que significa que el estudio no tiene fin. Es decir , siempre estamos buscando la posibilidad de una nueva técnica", afirma Higa como para sintetizar en pocas frases el objetivo de su largo y provechoso periplo.
Pero antes de seguir con el viaje, vale hacer una rápida recorrida por la carrera de Benito dentro de las artes marciales. Y también conocer sus puntos de vista.
Un destacado curriculum
Actual miembro de la Comisión Directiva de la Escuela Shorin Ryu Kyudokan e integrante del consejo técnico, Benito Higa comenzó a transitar el camino de las artes marciales en forma informal, con su padre (Jintatsu), cuando aun no estaba constituida la escuela. Corría el año 1960.
"En el ´68, en un instituto de Canning y Córdoba, empecé la practica formal, ya con graduaciones; y reglamentos. Tres años después nos trasladamos a Martinez, donde instalamos el Centro Argentino de Karate Do (allí funciona la sede de la Asociación). Desde que falleció mi padre, yo estoy a cargo de la dirección del centro".
Higa pasó por distintos lugares de enseñanza, a lo largo de su trayectoria: Club Social y Deportivo Yupanqui, Asociación Cristiana de Jóvenes, Instituto Guateque, River Plate e instituto Uruma. "Ahora -señala-, por la función que cumplo en búsqueda del desarrollo del Kobudo, voy a dedicarme solo al dojo central. Pero en cada lugar nombrado dejé un alumno mío para que continúe con la enseñanza".
En 1974 se clasifico campeón de katas. Y con el surgimiento del tema competencias, entrega su punto de vista: " Como considero que la practica en si, mas que lo competitivo, posee todo el contexto de una filosofía, mi participación en ese torneo de kata se debió mas que nada para lograr un nivel de experiencia".
¿No es partidario de las competencias?, le preguntamos. Y enfatiza: "La competencia en si puede ser un elemento de promoción, algo muy valido para los que recién se inician y quieren incentivos, alicientes. Pero una vez que se toma conciencia de la esencia del Karate-Do, hay que buscar otros elementos de juicio".
¿Qué es el Karate'
Afirmado en esas convicciones, Benito Higa elabora su concepto del Karate: "Aunque ya sea una frase común, para mí el karate es un estilo de vida. Karate do es un camino, basado en el Budo. Este término realmente encierra el verdadero significado del arte marcial. Aquel que siga fielmente el sentido del Budo encuentra en su sendero lo que un dicho muy antiguo dice en japonés: Sei, Sei, Sei. ¿Qué quiere decir esto? El primer Sei viene de Tadashi (correcto); el segundo de Sizuka (serenidad) y el tercero de Shugomi (máxima fortaleza). O sea que no porque haga mucho barullo, la ola es mas fuerte"...
"El esquema de mi pensamiento -prosigue- esta encarado bajo esa forma. Primero, la filosofía hay que aprenderla con el cuerpo; cuando el movimiento se hace espiritual, recién ahí puede comprenderse la filosofia esto puede llevar años...Por eso en nuestra escuela ponemos especial énfasis en los katas. Y la razón es sencilla: kata, desde el punto de vista técnico, es una serie coordinada de movimientos de defensa y ataque, pero lo que verdaderamente representa un kata es el reflejo de la personalidad. No hay dos personas en el mundo, que hagan un kata igual, aunque quizás tengan estilos similares cada profesor puede conocer el temperamento de sus alumnos a través de la ejecución de un kata. El equilibrio y la modulación en la realización del kata van indicando los grados de avance interior del practicante". "Con todo esto -agrega- quiero indicar que a pesar de que una persona dotada técnicamente puede evolucionar con rapidez en las artes marciales, no significa necesariamente que la disciplina haya sido traslativa hacia el interior. Por dicho motivo, uno de los fundamentos de la practica es hacerse fuerte para ser blando".
Balance de Okinawa
Volvemos a lo vivido por Higa en los noventa días por Japón. "El viaje también me sirvió para consolidar determinadas instancias en cuanto al porque de las practicas. Personalmente considero que es más difícil enseñar en la Argentina que en Japón, debido a una diferencia de idiosincrasia y mentalidad. Hay determinadas cosas que para los japoneses son naturales, dentro del contexto de la enseñanza que reciben en la escuela primaria. Aquí, en cambio, hay que ir modelando al alumno para que pueda sentir esas cosas, mas que entenderlas con palabras".
Benito Higa rindió examen ante el Consejo Técnico en Okinawa, al igual que Víctor Galati, un alumno que lo acompañó en el viaje y se graduó 2º Dan. Con el diploma de 3º Dan en Kobudo, a Higa le otorgaron la representación en la Argentina y Sudamérica de la Federación de Kobudo de Okinawa.
Con referencia a la diferencia existente entre los alumnos argentino y japoneses, explica: "No se si será por el clima o por la alimentación, pero los japoneses son mas blandos, mas elásticos. No obstante el argentino esta muy capacitado para ocupar técnicamente un plano mas o menos paralelo".
"Por otro lado, observando el nivel general de los practicantes en la Argentina, realmente puedo considerarme muy satisfecho, no solo por su habilidad en el aspecto técnico sino también por el entusiasmo e interés puesto de manifiesto en la continuidad de sus practicas, subraya.
En relación al Kobudo en Okinawa, apunta: "Vi exhibiciones en la Federación y observé el manejo de todas las armas. Posiblemente dentro del Kobudo, el arma por excelencia es el bo; los profesores mismos consideran que es la mas representativa. Además del bo, manejamos sai, tonfa, nunchaku, ekubo, timbó, kusarigama, tekko. Hasta ahora conozco todas esta, pero hay mas"...(sonríe).
Y termina el dialogo recordando una sentencia de su tío, Yuchoku Higa: "El dice que en karate, antes que nada se practica para uno, no se practica para enseñar; en realidad -señala mi tío-, se enseña simplemente como divulgacion. Yo estuve pensando este concepto y realmente debe ser así si se quiere seguir el camino del Budo. Enseñar es una consecuencia".
Revista Yudo Karate Abril 1985.